Les cuento acerca de las dos charlas que más me interesaron en los primeros 2 días de la conferencia. La primera fue del área de quantum information, por Antonio Acín, y la segunda de fundamentos, por Andrew White.
Tony habló sobre implementaciones de protocolos para Device Independent Quantum Key Distribution (DIQKD).
La idea de QKD es generar claves compartidas (para luego usarlas en, por ejemplo, algoritmos de encriptación) que sean seguras contra la presencia de espías en la comunicación y que tal seguridad se base en principios de la cuántica (cómo, por ejemplo, la no-clonabilidad de estados) en lugar de la aparente intractabilidad de problemas matemáticos.
El primer protocolo para distribución cuántica de claves fue BB84. Este protocolo se prueba seguro (i.e., la probabilidad de que un espía obtenga información significativa sobre la clave generada se va exponencialmente a cero con el tamaño de la clave). Sin embargo, la prueba depende fuertemente de la posibilidad de controlar perfectamente los estados de los sistemas intervinientes así como de los aparatos de medición.
DIQKD viene a eliminar esas limitaciones, dando protocolos cuya seguridad no dependa del comportamiento interno de los dispositivos usados para generar las claves. Y, como probablemente se imaginarán, detrás de estos protocolos está el teorema de Bell. La idea es que, si la generación de la clave se realizó usando una correcta violación de una desigualdad de Bell, entonces ningún espía pudo haber adquirido información significativa sobre las correlación intervinientes, pues eso daría lugar a un modelo local. Entonces, en DIQKD, el desafío tecnológico pasa a ser lograr generar violaciones validas (i,e. loophole-free) de desigualdades de Bell.
La charla de Andrew White tuvo dos partes. La primera trató acerca de las consecuencias (principalmente computacionales) de tener una teoría física compatible con la cuántica cuyo espacio-tiempo permita la existencia de Closed Timelike Curves (piensen en agujeros de gusano).
La segunda, fue acerca del estado de realidad que se le puede adscribir a la función de onda.
Aun si sos un realista científico (creés que hay una realidad, independiente de la observación, y que la ciencia es el camino para descubrirla), tenés dos opciones para cómo tratar a la función de onda: 1) como describiendo nuestro estado de conocimiento acerca del sistema (psi-epistemic) o 2) cómo un objeto de la realidad (psi-ontic). En el primer campo entraría la interpretación de Copenhague (aunque ellos no son generalmente realistas científicos) y en el segundo la interpretación de Muchos Mundos de Everett o la mecánica de Bohm. Andrew contó el resultado de Pusey, Barrett y Rudolph quienes probaron que la función de onda no puede ser un concepto epistémico si se restringe a las explicaciones ónticas complementarias a tener la forma de modelos de variables ocultas à la Bell.
Para una explicación de este último tema les recomiendo http://mattleifer.info/2011/11/20/can-the-quantum-state-be-interpreted-statistically
También habló sobre "Information Causality"[1], pero ese tema lo voy a dejar para un post aparte.
¡Saludos!
M. Pawlowski, T. Paterek, D. Kaszlikowski, V. Scarani,
A. Winter, and M. Zukowski, Nature 461, 1101 (2009).
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